En la vida suceden cosas que muchos le llaman casualidades. Unos no le toman sentido al porque de esa casualidad, talvez no podemos diferenciar entre las bendiciones de la vida y los simples hechos diarios.
Existe una gran diferencia entre casualidad y causalidad, y más cuando eso llega al corazón.
Es difícil creer en la causalidad ya que la gente lo llama coincidencia, pues si le quieren llamar así esta bien. tengo que confesar: la vida puso en mi camino la mejor coincidencia de todas a la que yo llamo (Causalidad).
No puedo negar que le pedí a la vida volverla a ver, igual Dios supo de mis oraciones y estas fueron fielmente escuchadas.
Llego en el momento menos esperado, lo que un día llame casualidad al volver a verla ese día se convirtió en causalidad. Me pregunté por qué la vida había permitido volver a verla, por qué la vida me recompensa de esa forma.
Como cuando un pintor se enamora de su pintura, como cuando un cantante se enamora de su canción, como cuando un escultor se enamora de su escultura.
Así se siente cuando la vida te brinda la mano y te presenta la oportunidad de perder y arriesgar todo cuando no tenia oportunidad alguna de volver a verla.
Y si tengo que agradecerle a la vida, pues le agradezco a la vida, la vida que me ha dado para conocerla y deleitarme en su incansable sencillez.
En ese momento que la vida te regala el deseo de volverla a ver a eso hoy le puedo llamar felicidad.
Dedicatoria especial.
para ella.
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